Cuando la diplopía pía

De la magnitud de la heteroforia y de la capacidad de compensarla de manera relativamente estable, dependerá su calificación.

Por esa razón, si ese paso es frecuente y no siempre reversible, esto es, sin recuperación de la fusión de las imágenes binoculares de manera mínimamente rápida y eficiente, la calificación de DBNE sería demasiado optimista, en cualquier caso también dependerá de la respuesta a las ayudas ópticas y/o a la ortóptica..

La diplopía, por tanto, en la DBNE se caracteriza por:

La existencia de unas reservas fusionales mínimas y suficientes que determinan que la condición de paso de foria a tropía sea puntual y reversible.

Aparecer de manera eventual durante años como diplopía y/o supresión, en situaciones de fatiga, estrés o enfermedad, durante o después de una actividad visual intensa y extensa.

Descompensarse cuando hay cambios en el sistema, como es el caso de la insuficiencia de convergencia con la presbicia o con la penalización de la agudeza visual, del ojo director, como consecuencia de una catarata o una DMAE, por ejemplo.

Manifestar sensación de visión doble o referir ver perfectamente el agujero de la aguja y el grosor del hilo, pero ser incapaz de ensartarlo, es el comentario típico si se produce una supresión monocular que antes no se producía.

Acabar de formar parte de la “normalidad” de quien la padece. Su carácter eventual no suele causar preocupación, sobre todo si las demandas visuales son poco exigentes y se han pasado exámenes visuales restrictivos que no hacen referencia a su presencia.

Provocar el cierre de un ojo (a menudo de manera inconsciente) de manera más o menos puntual o anularlo, directamente, desde el sistema visual con el objeto de evitar la diplopía.

Crear distancias de lecto escritura muy cortas, en niños y niñas exofóricos por encima de la norma, para crear una demanda tan alta de convergencia que el sistema se inhiba a favor de la visión monocular.

Provocar cambios posturales para buscar la fusión (inclinación lateral de cabeza en las verticales) o para inhibir la función binocular y buscar la monocularidad (rotaciones de cabeza, en las horizontales, a favor del estímulo del ojo director).