El motivo de queja de un chico de 20 años, operado de estrabismo desde hacía pocos meses y remitido para evaluar si con ayuda prismática mejoraba, ya que entendían que era mejor no reintervenir, se centraba en que cuando salía de fiesta y bebía un poco más de la cuenta, veía doble.
Cuando la diplopía discotequera es el motivo principal de queja
La anécdota está en que le pregunté si cuando llevaba un rato estudiando también veía doble, me contestó que sí pero que esto no le preocupaba.
Ilustración aportada por Lluís Bielsa
Como sabemos, una foria de cierto valor o una tropía baja que en condiciones normales no se descompensan, sí lo harán con facilidad en situaciones de cansancio, enfermedad o pérdida de control muscular, con drogas o alcohol.
En ocasiones el motivo principal de queja es tan subjetivo como las prioridades visuale
La anécdota está en que le pregunté si cuando llevaba un rato estudiando también veía doble, me contestó que sí, pero que esto no le preocupaba.
Moraleja: en ocasiones el motivo principal de queja es tan subjetivo como las prioridades visuales.
Nota de color: con una pequeña ayuda prismática sobre su graduación habitual, evitamos que al salir de fiesta acusará diplopía después de una par de chupitos pero, de paso, también evitamos que, en lugar de estudiar viendo doble, estudiará el doble viendo simple.
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