El Instituto Mundial de Miopía (IMI) en su última editorial de consenso, apuesta por, dicho textualmente: «aportar claridad a la terminología clave empleada en la práctica clínica, la investigación y la regulación», lo cual sin duda es una muy buena iniciativa.
¿Corregida o compensada?
Las lentes ópticas convencionales son lentes «compensadoras», no son lentes «correctoras» porque no modifican estructuras ni tendencias

Una niña pasa por un examen visual. FOTO: Getty Images vía unsplash
En este sentido, llama la atención que la definición «precisa» de los dispositivos ópticos que restauran la visión, sin afectar la progresión de la miopía, se les considere como de «corrección» cuando no la corrigen sino que la compensan.
Lo suyo no sería usar «corrección de la miopía» sino «compensación de la miopía» o «dispositivos compensadores».
Corrección, control y manejo: el IMI define los pilares de la atención a la miopía
«Compensar» es igualar o contrarrestar, tal como hacen las lentes convencionales, mientras que «corregir» hace referencia a modificar o a cambiar, como es el caso del control de miopía, con lentes de reenfoque periférico en las que se pretende modificar la tendencia a la elongación axial ocular o la ortoqueratología, que añade una «corrección» o modificación literal de la estructura corneal.
Las lentes ópticas convencionales son lentes «compensadoras», no son lentes «correctoras» porque no modifican estructuras ni tendencias, solo sacan donde sobra (divergentes) y ponen donde falta (convergentes), pero todo sigue estructuralmente igual y este matiz es importante si usamos un lenguaje preciso.
Incluso entendiendo como excepción casos de lentes compensadoras convencionales que además corrigen un estado, como por ejemplo, las convergentes en una endotropía acomodativa («corrigen» el estrabismo convergente al reducir una acomodación con excesivo arrastre de convergencia), siguen sin «corregir» la hipermetropía.
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