China, la mayor fábrica de gafas del mundo, reabre sus fronteras tras mil días de ‘cuarentenas’

Así, Pekín ha reconectado con el mundo, y lo ha hecho en un momento complicado; ocurre que China ha abierto sus fronteras cuando se halla bajo los efectos de una de las olas de covid más grandes que registra desde 2019, cuando el virus apareció en un mercado de Wuhan y encendió la mecha de la pandemia.

La reapertura de fronteras viene a representar, además, una especie de normalización industrial, porque, en teoría, las factorías ya están funcionando a capacidad total.

Danyang se erige como la principal zona de producción que hay dentro de las fronteras del gigante asiático

China es el mayor proveedor de gafas del mundo, teniendo como epicentro de la industria a las ciudades de Shenzhen (provincia de Guangdong), Xiamen (provincia de Fujian), Wenzhou (provincia de Zhejiang) y Danyang (provincia de Jiangsu), según un informe de The Hong Kong Trade Development Council (Hktdc).

Danyang se erige como la principal zona de producción que hay dentro de las fronteras del gigante asiático, con más de 1.600 empresas dedicadas a la producción de gafas y de lentes.

En concreto, la producción de monturas para gafas graduadas en Danyang “representa aproximadamente un tercio del total de China, mientras que sus lentes ópticas y de vidrio representan el 75% del total de China y el 40% del mundo”.

Wenzhou, por su parte, es conocida como la “ciudad de las gafas”

Wenzhou, por su parte, es conocida como la “ciudad de las gafas”, ya que se trata de importante centro con cerca de 700 fabricantes (más de 1.000 si también se suman a las empresas que producen accesorios para gafas).

Hasta antes de la pandemia, el 60% de gafas comercializadas en el mundo la producía China. Basta con echar un vistazo a los datos de aduanas del gigante asiático de 2017, que daban cuenta que las exportaciones de gafas (tanto graduadas como de sol) ascendieron a 5.370 millones de dólares, un 7,2% más que en 2016.