Óptica: profesión, familia y tradición

Orígenes familiares y tradición internacional

A principios del siglo XX, la óptica europea vivía un momento de expansión y modernización, y fue en 1921 cuando nuestra familia instaló la Primeras Fábrica de Productos Ópticos en Barcelona y Melilla, apostando por la importación de tecnología y el desarrollo industrial local, en sintonía con los movimientos de modernización que se vivían en países como Alemania, Francia e Italia.

El crecimiento de la óptica en España fue posible gracias a la creación de una auténtica “comunidad epistémica” formada por ingenieros industriales, físicos, técnicos militares y profesionales del sector, que sentaron las bases de la industria y la formación reglada en óptica. Aunque la industria óptica española era inicialmente escasa y dispersa, la década de los años 20 marcó un punto de inflexión con la creación de talleres, fábricas y, posteriormente, organismos públicos de investigación dedicados a la óptica.

La fundación de la primera Asociación Española de Ópticos en 1918

La creación del Colegio Nacional de Ópticos en 1964, que estableció la colegiación obligatoria y promovió la formación y la defensa profesional.

La aparición de las primeras escuelas universitarias de Óptica en Madrid (1972) y Terrassa (1977), que permitieron la formación reglada de ópticos-optometristas y la inclusión de materias como optometría y contactología.

El sector óptico español ha estado marcado por el espíritu emprendedor y la innovación, así como la modernización de la distribución y la creación de grandes grupos y asociaciones profesionales en las últimas décadas.

Familia, vocación y legado

Nuestra historia óptica familiar se remonta a Italia en 1842, cuando ya se documentaban las primeras actividades artesanales y comerciales en el sector.

Mi familia ha estado siempre vinculada a la óptica (Óptica Roca), la oftalmología (Dr. Guillermo Roca Linares, Barcelona, Bellvitge) y la física, lo que ha forjado una vocación que casi podríamos decir que llevamos en el ADN. Más de un siglo después, la tecnología, la formación y el entorno han cambiado radicalmente, pero la esencia sigue siendo la misma: dar soluciones a los problemas visuales y mejorar la calidad de vida de las personas es el motor que nos impulsa cada día.

Reflexión para el sector

La historia de la óptica en España es la historia de la colaboración, la innovación y la adaptación constante. Como profesionales, tenemos la responsabilidad de seguir avanzando, formándonos y colaborando para afrontar los retos de la salud visual en el siglo XXI.