La Ruta de la Luz hace balance: 600 revisiones visuales en su última expedición a Marruecos

Dos voluntarias de la Ruta de la Luz, Sara Teijeira y Raquel Nacher, participaron en la misión desarrollada en octubre en la ciudad de Chichaoua, capital de la provincia homónima, dependiente de la región de Marrakech-Safí, a lo largo del mes de octubre.

En el plazo de una semana, las voluntarias llevaron a cabo cerca de 600 revisiones visuales, sobre todo a 218 mujeres trabajadoras del campo. Los hombres atendidos, 84, tenían un perfil socioeconómico heterogéneo. Además, también se revisó la visión de 43 menores de 18 años.

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En total, las voluntarias prescribieron 407 gafas. Además, durante la campaña, in situ, se entregaron también otras 200 gafas: 100 premontadas con graduaciones estándar y otras 100 de sol, como protección.

Según las voluntarias, los defectos refractivos encontrados han sido heterogéneos, con, por ejemplo, miopías muy altas. “En mi opinión, podría haber un componente genético”, explica Sara Teijeira. También han corregido hipermetropías medias, “muy similares a la población española de la misma edad”, y astigmatismos altos, superiores incluso a las 2 dioptrías. En cuanto a la presbicia, las ópticas-optometristas de la Ruta de la Luz constataron la aparición de la sintomatología a una edad más temprana que en la población española.

Por la sequedad ambiental y el polvo en suspensión del ambiente, también encontraron muchas alteraciones en la superficie ocular, como el pterigium. Asimismo, casi el 100 % de los pacientes atendidos presentaron molestias oculares relacionadas con la sequedad ambiental y el polvo en suspensión. La percepción subjetiva de incidencia de cataratas no fue significativamente mayor que en la población española, aunque se pudo constatar su aparición a edades un poco más tempranas que en nuestro país.