España abre el debate sobre el uso de los móviles por parte de los niños

El proyecto de veto al uso de teléfonos móviles comienza a calar en España. La ministra de Educación, Pilar Alegría, lanzó la propuesta, y algunas comunidades autónomas ya piensan en acogerla.

Cataluña, por ejemplo, ha anunciado que en 2025 restringirá los móviles en la educación primaria, una medida similar a la que se va a adoptar en Galicia, donde, mediante esta medida, se pretende también impulsar las relaciones interpersonales y mejorar la convivencia en los colegios e institutos.

Sin embargo, más allá de cualquier motivación, el veto al uso de los teléfonos móviles entre los niños y en una parte de los adolescentes es una buena noticia para el sector de la salud visual, dado que la calamitosa evolución miópica actual de la población infantil y juvenil deriva del estilo de vida.

De hecho, Lluís Bielsa, vicepresidente de Visión y Vida, ha creado la regla 7/7 de pantallas, con el fin de advertir a la población de los peligros del uso de los dispositivos visuales en edades temprana.

La regla 7/7 está incluida en el estudio El estado de la salud visual de los adolescentes en España, realizado por Visión y Vida

“Debemos tener en cuenta que hasta los siete años del menor no hay un tiempo recomendable para el uso de pantallas en lo que se refiere a salud visual: su sistema no está desarrollado para enfrentarse a ello y lo mejor es limitar su uso hasta pasada esa edad”, ha dicho Bielsa.

La regla 7/7 está incluida en el estudio El estado de la salud visual de los adolescentes en España, realizado por Visión y Vida con los datos obtenidos a través de la campaña informativa Ver la vida en 4K, puesta en marcha de septiembre y octubre en más de 3.000 centros educativos de ESO y Bachillerato, con la colaboración de casi 1.500 establecimientos sanitarios de óptica y optometría de España.

El estudio deja ver que evolución miópica es cada vez más fuerte: en promedio, en los últimos cinco años, la graduación de los adolescentes ha aumentado en dos dioptrías. Además, muchos están entrando en valores de riesgo, la miopía magna (+ de 6 dioptrías) ha pasado de afectar del 1,3% al 8,2% de las personas que han participado en la muestra.

¿Por qué no se deben usar pantallas antes de cumplir los siete años?

En la actualidad. uno de cada tres jóvenes (29,6%) de entre 12 y 18 años ya es miope. Además, a la mitad (51,9%) le ha cambiado la graduación en el último año. Este dato confirma el gran temor de los expertos de la salud visual.

“La pandemia de la miopía afecta cada vez más a las nuevas generaciones y, si no se hace nada para frenar su desarrollo, puede generar un alto coste social”, explica Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.

Aumento de la miopía

Los datos del estudio son alarmantes:  mientras que en 2017 solo había 1,4% (ojo derecho) y 1,2% (ojo izquierdo) de miopes con más de seis dioptrías, en 2022 vemos cómo asciende a 8,5% (OD) y 7,9% (OI).

Además, mientras que, en 2017, siete de cada diez tenían menos 2 dioptrías, en 2022 vemos que se reduce a solo uno de cada cuatro. En cambio, vemos cómo el número de miopes con miopías de entre -2,25 y -4,00 pasa del 22,5% (OD) – 6,9% (OI) al 41,5% (OD) – 39,6% (OI).

En el caso de aquellos jóvenes que tenían entre -4,25 y -6 (5,1% OD y 6,6% OI) aumentan hasta el 24,5% (OD) y 25,2% (OI).  Lo que más preocupa es ver cómo el número de afectados por miopía magna (más de -6,00 dpt) que aumenta a un 8,2% en promedio. “Estamos observando un desplazamiento generalizado de los valores hacia las dioptrías más altas”, dice Elisenda Ibáñez, coordinadora del estudio.

En promedio, en los últimos cinco años, la graduación de los adolescentes ha aumentado en dos dioptrías

Es decir, analizando las dioptrías promedio, “en estos cinco años ha aumentado casi dos dioptrías la miopía de estos jóvenes -de las -1,50 dioptrías de 2017 a las -3,4 dpt actuales-”, añade Ibáñez. Todo esto activa las alarmas derivadas de la miopía magna: “No debemos olvidar los riesgos que una miopía magna conlleva: el 10% de los miopes con más de 15 dioptrías, según indican los datos, terminarán en ceguera y el 60% de los desprendimientos de retina se producen entre miopes magnos”, incide Ibáñez.

En este informe se han podido extraer conclusiones de Cataluña, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia, Aragón y Comunidad de Madrid debido a su alta representatividad en la muestra, lo que nos permite analizar si existen diferencias significativas entre ellas y el promedio nacional.

Siendo la media española de aquellos menores que creen que ven mal del 55,4%, el estudio muestra cómo la superan Cataluña (con un 60,9%), la Comunidad Valenciana (56,1%) y Andalucía (55,7%) y se quedan por debajo la Comunidad de Madrid (55,1%), Castilla-La Mancha (53,4%), Región de Murcia (52,5%), Castilla y León (52,2%), Aragón (52,1%) o Galicia (50,1%).

Entre estos jóvenes de 12 a 18 años, tres de cada diez (36,2%) necesitan gafas o lentes de contacto para ver bien. Del mismo modo, Castilla-La Mancha supera la media con un 41,7%, seguida de la Comunidad de Madrid (37%), Aragón (36,9%), Cataluña (36,2%) y por debajo la Comunidad Valenciana (36%), Andalucía (36%), Región de Murcia (34,8%), Galicia (32,1%) y Castilla y León (30,9%).