Muere Leonardo del Vecchio, fundador de Luxottica

Del Vecchio, que tenía 87 años, fundó Luxottica en 1961, una empresa que llegaría a dominar el mercado mundial de las gafas y que, desde 2018, consolidó su posición como la mayor operadora mundial de la óptica gracias a su fusión con Essilor.

La historia de Leonardo del Vecchio es la del hombre que surgió de la nada para convertirse en millonario gracias a su visión empresarial y al emprendimiento.

Leonardo del Vecchio fue prácticamente una leyenda en el mundo del emprendimiento, ya que creció en medio de la pobreza. Cuando contaba con siete años, fue enviado a un orfanato para aliviar la situación de su madre -que era viuda-, ya que ella sola no podía mantener a sus cinco hijos.

Leonardo del Vecchio creció en medio de la pobreza y llegó a convertirse en el hombre más rico de Italia

A los 14 años, el adolescente Del Vecchio entró como aprendiz en una fábrica de repuestos para automóviles y, en paralelo, se matriculó en una escuela de diseño, donde tuvo la visión de producir gafas, lo que a la postre lo catapultaría en el mundo empresarial.

En 1972 creó Luxottica y, a pesar de los dotes que tenía para los negocios, nunca sospechó que aquello era el comienzo de una compañía que terminaría por convertirse en la mayor del mundo en el campo de las gafas.

La prueba irrefutable del éxito es que 50 años más tarde, Leonardo del Vecchio, con las arrugas marcando su cara y el pelo del color de la nieve, presidía Essilorluxottica, el gigante mundial de la óptica. Además, se había convertido en el hombre más rico de Italia.

ESSILORLUXOTTICA

Del Vecchio no solo convirtió a Luxottica en la mayor empresa mundial de la óptica, con una cartera de marcas que van desde Ray-Ban hasta llegar a Oakley. En 2018, Del Vecchio protagonizó el movimiento más importante que se ha producido en la industria, al impulsar la fusión de Luxottica con Essilor.

Leonardo del Vecchio controlaba el 32% de Essilorluxottica, siendo su presidente ejecutivo entre octubre de 2018 y diciembre de 2020. A finales de ese año, su cargo era el de presidente fundador, a la sazón, la cabeza visible de un imperio que mueve más de 20.000 millones de euros al año.