Visión y Vida enciende las alarmas antes de la vuelta al cole. La entidad, presidida por Salvador Alsina, ha puesto en marcha una campaña divulgativa para alertar a la sociedad de las consecuencias nefastas que derivan de una mala visión.
El 30% de los problemas de aprendizaje derivan de una mala salud visual
“Siempre decimos que la visión no duele y nos olvidamos de ella. Pero es imprescindible que revisemos el estado de su visión para asegurarnos de que pueden iniciar el curso correctamente”, ha explicado Salvador Alsina.
Los datos de su estudio El estado de la salud visual de los adolescentes en España reflejan que el 55,4% de los jóvenes cree que ve mal o que puede ver mejor. Además, entre el 37,1% y el 45,3% manifiesta ver doble la pizarra, el 25,1%-20,3% ve mejor si se tapa un ojo; entre el 34,8%-47,2% entrecierra los ojos para ver mejor, o el 41,3%-40,3% tiene sequedad ocular cuando usa las pantallas.
“Siempre decimos que la visión no duele y nos olvidamos de ella. Pero es imprescindible que revisemos el estado de su visión para asegurarnos de que pueden iniciar el curso correctamente”, ha explicado Salvador Alsina.
Alsina ha dicho que “uno de cada tres casos de fracaso escolar se relaciona con problemas de visión. En las etapas iniciales de aprendizaje, sabemos que el 30% de los problemas de aprendizaje derivan de problemas de eficacia y percepción visual”.
Por su parte, Elisenda Ibáñez, óptico-optometrista y portavoz de Visión y Vida, ha recalcado que existen “muchos menores que tienen muy buena agudeza visual de cerca y de lejos (pueden ver bien el libro o la pizarra), pero tienen dificultades para mover correctamente los ojos a la velocidad o con la precisión necesaria, lo que afecta a su capacidad de lectura o a su rendimiento académico”.
Visión y Vida ha dado algunos consejos a las familias y educadores para que sepan identificar posibles problemas en este inicio de curso
En este contexto, Visión y Vida ha dado algunos consejos a las familias y educadores para que sepan identificar posibles problemas en este inicio de curso: si advierten que un menor tiende a confundir letras, palabras, muestra dificultades para reseguir un texto o copiarlo de la pizarra, deben sospechar que existe un desequilibrio en el funcionamiento del sistema visual, por lo que habría que someter al menor a una revisión visual completa. Del mismo modo, si una vez iniciado el curso, detectan que un menor no atiende o se distrae mucho, puede ser síntoma de que sufre de incomodidad visual derivada de un problema de convergencia o acomodación, lo que le impide realizar con éxito sus tareas escolares.
En lo relativo a las etapas educativas superiores, los datos de su estudio El estado de la salud visual de los adolescentes en España reflejan que el 55,4% de los jóvenes cree que ve mal o que puede ver mejor. Además, entre el 37,1% y el 45,3% manifiesta ver doble la pizarra, el 25,1%-20,3% ve mejor si se tapa un ojo; entre el 34,8%-47,2% entrecierra los ojos para ver mejor, o el 41,3%-40,3% tiene sequedad ocular cuando usa las pantallas.
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