DMAE, ojo seco y cataratas: el tabaco, un riesgo también para los ojos

Esta jornada tiene como objetivo informar sobre los peligros del consumo de tabaco, las prácticas comerciales de la industria tabacalera, las iniciativas de la Organización Mundial de la Salud para combatir esta epidemia y las acciones que la ciudadanía puede emprender para defender su derecho a la salud y una vida libre de humo.

Los especialistas de Miranza han señalado que el tabaco contiene monóxido de carbono y nicotina, dos sustancias especialmente perjudiciales para la salud ocular. El monóxido de carbono reduce la capacidad del organismo para transportar oxígeno a los ojos, debilitando los tejidos oculares. La nicotina, por su parte, provoca la contracción de los vasos sanguíneos oculares, lo que eleva el riesgo de desarrollar patologías visuales graves.

El doctor Mariano Rodríguez, oftalmólogo especialista en retina en Miranza Cádiz y Jerez, ha advertido que fumar puede favorecer la aparición, progresión y gravedad de distintas enfermedades visuales. En ese sentido, ha subrayado que el mejor consejo para preservar la salud ocular es evitar o abandonar el tabaquismo.

El consumo de tabaco también acelera el envejecimiento de la piel, al afectar la producción de colágeno y elastina. La doctora Constanza Barrancos, especialista en oculoplastia y estética de la mirada en Miranza Madrid, ha explicado que esta reducción de componentes esenciales genera arrugas y flacidez en los párpados, y puede llegar a afectar la visión en los casos más severos.

Cuatro enfermedades oculares asociadas al tabaco

Los profesionales de Miranza han identificado cuatro patologías que pueden verse agravadas por el consumo de tabaco: la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), las cataratas, la retinopatía diabética y el síndrome de ojo seco.

En este último caso, las sustancias del tabaco irritan la superficie ocular y aceleran la evaporación de la película lagrimal, provocando síntomas como sequedad, enrojecimiento y picor.