El mercado de la óptica está en pleno proceso de cambio. Tras la fusión de Essilor y Luxottica, los principales actores del sector continúan recolocando sus piezas. Este artículo es parte del primer CUADERNO DEL NEGOCIO DE LA ÓPTICA, editado porMODAENGAFAS.COM, con el patrocinio de TEMÁTICA SOFTWARE, CECOP y L’ESTROP.
Essilorluxottica, el imperio en el que jamás se pone el sol
Al Milán de los años 30 lo conocemos por unas fotos en blanco y negro que pululan por internet. Observándolas de manera detallada es muy fácil imaginar a los milaneses de la época, con su sobretodo y sombrero para protegerse del frío, y abriéndose paso por el Corso Vittorio Emanuelle II para estar puntuales en la misa de domingo del Duomo.
En ese Milán en blanco y negro, un niño bautizado como Leonardo del Vecchio vio la primera luz; su nacimiento no hubiese tenido nada de particular si no fuese porque al llegar al mundo ya lo hizo en condición de huérfano: su padre, un humilde vendedor ambulante de verduras, había muerto meses antes.
Del Vecchio vivió parte de su infancia en un orfanato porque su madre no tenía los recursos para mantener a la familia y, cuando cumplió los 14 años, empezó a trabajar en un taller en el que fabricaban piezas para automóviles, donde ya dejó muestras de que sería un visionario. En 1972 creó Luxottica y, a pesar de los dotes que tenía para los negocios, nunca sospechó que aquello era el comienzo de una compañía que terminaría por convertirse en la mayor del mundo en el campo de la óptica.
La prueba irrefutable del éxito es que 46 años más tarde, Leonardo del Vecchio, con las arrugas marcando su cara y el pelo del color de la nieve, aparece en una foto tomada el 1 de octubre de 2018, junto a Huber Sagniêres, consejero delegado de Essilor, dando por cerrado el proceso de fusión que ambas compañías anunciaron a principios de 2017.
A pesar de la apariencia idílica de aquella foto, la unión entre Luxottica y Essilor no ha sido nada fácil. En marzo de 2019, el matrimonio se tambaleó cuando Del Vecchio acusó a Sagnieres de intentar controlar la empresa y, en paralelo, solicitó un arbitraje ante la Cámara de Comercio Internacional (CCI). Sagnieres no se quedó atrás y mediante una carta enviada a sus empleados aseguró que el fundador de Luxottica estaba tratando de desestabilizar la empresa.
El 13 de mayo de 2019, las partes lograron un acuerdo para resolver el conflicto e iniciaron la búsqueda de un ejecutivo que lidere a Essilorluxottica en el futuro
La magnitud del desencuentro obligó a las más altas esferas de Essilor y Luxottica a realizar un movimiento estratégico. El 13 de mayo de 2019, las partes lograron un acuerdo para resolver el conflicto y acordaron iniciar la búsqueda de un ejecutivo que lidere a Essilorluxottica en el futuro. En ese contexto, se produjo la entrada del fondo impulsado por el multimillonario Dan Loeb en el accionariado del gigante mundial de la óptica, tras adquirir una participación de 700 millones de dólares.
UN MERCADO EN VILO
Más allá de las diferencias que puedan aparecer entre los directivos de Luxottica y Essilor, lo cierto es que la unión de los dos gigantes tiene a todos los actores del sector en vilo, porque el movimiento está modificando el mercado. Y los cambios no solo están siendo propiciados por el potencial de Luxottica en el retail, sino también por el de Essilor en el negocio de las lentes oftálmicas.
De hecho, la empresa francesa, que a lo largo de los años se ha mantenido a la estela del gigante italiano, es la segunda mayor operadora mundial del mercado de la óptica. Sus orígenes se remontan al siglo XIX y, más en concreto, a la empresa Essel, fundada en 1849 como ensambladora de lentes. En 1972, se integraría con Silor, que se especializaba en lente oftálmica.
La unión entre Essel y Silor, aunque ya parece algo lejana, también es historia del mercado a la óptica, porque marcó un antes y un después en el sector: Essel había inventado la lente progresiva, mientras que Silor había descubierto la lente Orma 100, compuesta por un material liviano e irrompible.
QUIÉN ES QUIÉN
“Se han juntado el número uno del mundo con el número dos. No sabemos qué pasará en un futuro cercano, ni siquiera si esas empresas continuarán vendiéndonos sus productos”, dijo un empresario del sector un día de septiembre, en la rueda de prensa previa a la inauguración de la nueva tienda emblemática de su compañía en Barcelona.
La frase dejó latente la incertidumbre que genera la unión de los dos gigantes. Si Luxottica y Essilor, por separado, ya eran una potencia dentro del sector, hoy, tal como están las cosas, han convertido al mercado de la óptica en su reino, en el que jamás se oculta el sol. Luxottica cuenta una cartera de más de 30 enseñas, entre las que se encuentran Ray-Ban, una marca de las más aspiracionales y con más tirón entre los amantes de las gafas, que se niega a envejecer y que cuenta cada día con más seguidores. Luxottica, además, presume de un portafolio en el que figuran los nombres de Versace, Vogue, Valentino, Persol, Polo Ralph Lauren, Oakley o Emporio Armani.
Para dar salida a toda esa gama de marcas, el gigante italiano cuenta con una potente red de distribución que opera a escala mundial, a través de las cadenas Sunglass Hut (en pleno proceso de expansión en España), GMO, Óticas Carol, Pearle Vision o Salmoiraghi&Viganó. Essilor, por su parte, ha conquistado a buena parte del mercado a través de las lentes Transitions, Varilux, Eyezen y Cryzal Prevalencia, así como de toda una gama de instrumentos para el taller y maquinaria de telemedicina.
LOS NÚMEROS
Essilorluxottica superará el objetivo que se trazó con la fusión, que no era otro que el de llegar a una cifra de negocio de 15.000 millones de euros anuales. Sin embargo, en los primeros nueve meses del ejercicio 2019, la facturación del grupo ya se situó en los 13.086 millones de euros, un 7,7% más que hace un año atrás (de acuerdo con la proforma que presentó el grupo en enero).
La mayor parte de los ingresos del grupo lo genera el retail, que corresponde a la parte del negocio que aporta Luxottica. De hecho, las cadenas del grupo registraron unas ventas de 4.694 millones de euros, un 8,4% más que en los primeros nueve meses de 2019. El aumento del wholesale fue más moderado, con una cifra que llegó a 2.508 millones de euros, un 3,6%.
La mayor parte de los ingresos del grupo lo genera el retail, que corresponde a la parte del negocio que aporta Luxottica
Mientras tanto, Essilor ha contribuido a la hoja de resultados del gigante de la óptica mundial con una cifra de negocio de 5.885 millones de euros entre enero y septiembre de 2019, lo que representa un 8,9% más frente a 2018.
Del total generado por las ventas de Essilor, 5.090 millones de euros corresponden a lentes e instrumentos ópticos, 643 millones a la división Sunglasses&Readers, y 151 millones al negocio de equipamiento.
Norteamérica es el mayor mercado de Essilorluxottica, con unas ventas que ascendieron un 8,9% en los primeros nueve meses del ejercicio 2019, hasta situarse en 6.881 millones de euros. Se trata de una zona en que la compañía está reforzando sus operaciones. En ese contexto, ha acometido la ampliación de su hub logístico de Atlanta y ha movido su laboratorio de lentes estrella, el Bell Optical Lab, a un nuevo emplazamiento en Columbus.
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